Ante los altibajos de la vida, es natural preguntarse: ¿qué puedo hacer para sentirme mejor, ahora y en el largo plazo? Bueno, una respuesta fantástica, aunque a menudo pasada por alto, está en los alimentos que comemos.
Resulta que la nutrición y la salud mental están más estrechamente relacionadas de lo que cabría esperar. Una gran cantidad de estudios sugieren una relación entre la dieta y los resultados de salud mental, y un creciente conjunto de investigaciones muestra una asociación entre la mala nutrición y los trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad. Su dieta puede afectar su estado de ánimo, su capacidad para aprender y su capacidad para recordar lo que ha aprendido. Y esto es cierto no sólo en las primeras etapas del desarrollo del cerebro, sino a lo largo de toda la vida.